martes, 27 de septiembre de 2011

La pregunta es lo importante

La semana pasada mantuve una charla con una parte representativa del equipo sobre mis aprendizajes en Expomanagement 2011.

Sin lugar a dudas la idea más relevante de la charla me la recordaba ayer un compañero. La importancia de la pregunta. Donde dirigimos nuestras preguntas, dirigimos nuestra atención.

El ejercicio realizado en el congreso por Tal Ben Shahar (que me permiti inmortalizar) evidenciaba que dirigimos nuestra atención a lo que nos guían y se nos pasan inadvertidos muchos puntos de la realidad que estamos limitando nosotros mismos.

Estoy terminando de leer su libro "Ganar Felicidad" de este psicólogo cuyo principal logro ha sido el ser el curso más demandado en Harvard. Todo un signo de la necesidad de hacerse las preguntas importantes que existe en nuestra sociedad. Os contaré que tal me va.


domingo, 11 de septiembre de 2011

Su prima de riesgo y la de los que entendemos el contexto

Agradable conversación de desayuno con el articulo de El Mundo que os adjunto. Dudamos sobre lo oportuno y/o efectivo de hacer público el bochornoso nivel de apalancamiento medio de nuestras/sus señorías. Lejos de valorar si el nivel de apalancamiento específico de algunos miembros es alto o bajo, la propia media del conjunto ya resulta sorprendentemente superior a la capacidad de endeudamiento de los (llamemosle) "cosuelderos" o gente corriente que no son señorías pero con sueldos similares.
Llegados a este punto critico en el que la pregunta es más importante que la respuesta reflexiono ¿Si tengo un sueldo similar a esa media, formación superior, mayor antigüedad, por que mi prima de riesgo es distinta a la suya y su apalancamiento financiero comprometido tan distinto al de su grupo de referencia? ¿Es posible que hayan gozado de trato de favor? Es quizás por eso que ¿A algunos les resulta chafardero, demagógico y falto de contexto? En mi opinión, el contexto hace bastante tiempo que lo tenemos muy claro todos y este tipo de pseudomuestras de transparencia, innecesarias en circunstancias normales, no hacen sino corroborar la propia podedumbre del sistema en diestras y siniestras.